
En una importante cena de negocios estaban los directores de una empresa acerera de la región. Después de disfrutar de una abundante y deliciosa comida los hombres se levantaron para ir por un trago y sus esposas se quedaron en la plática de sobremesa.
Se encontraba ahí la esposa del director general, y como era de esperar las miradas y comentarios recaían en ella constantemente; platicando de cosas triviales la esposa de uno de los ahí presentes le preguntó: ¿tu esposo te hace feliz?
El esposo alcanzó a escuchar la "indiscreta" pregunta y lo que escuchó de su esposa lo dejo sin palabras...
-¡No!, Mi esposo no me hace feliz.
El señor se desconcertó y se separo ligeramente del grupo de hombres para poder seguir el curso de la conversación.
-Pero, ¿cómo dices eso?, Cualquiera pensaría que con su posición y su trabajo, tú serías la mujer más feliz -dijo otra de las damas que estaban ahí.
- No dije que no fuera feliz, dije que no me hacía feliz.
-¿Que diferencia hay en eso? -preguntó la esposa de uno de ellos.
- La diferencia es que no necesito a mi esposo para ser feliz, yo soy responsable de mi felicidad. Soy feliz por mí, no gracias a él. No me malentiendan, el tenerlo en mi vida le añade felicidad a ésta. Somos individuos que buscan ser feliz en lo individual para poderlo ser con los demás.
-¿Estás diciendo que no lo necesitas? -pregunto la señora que había iniciado la conversación.
-Para ser feliz...¡no! Complementa mi felicidad al igual que mis hijos, mi trabajo, mis amistades y mis hobbies.
El esposo que había escuchado toda la plática se sintió aún más feliz que antes.
Cuantas veces dejamos que nuestra felicidad recaiga en las acciones de otros y cada vez que no cumplen con nuestras expectativas nos sentimos tristes o decepcionados.Si tan sólo entendiéramos que la felicidad es responsabilidad de cada quién, encontraríamos más razones para ser felices.
Necesitamos ser felices nosotros primero para después compartir esa felicidad con los demás. La vida es un viaje que se disfruta acompañado pero, que al final se hace sólo. Es maravilloso tener amigos, pareja, hijos, trabajo y actividades que nos produzcan gozo, más sin embargo la felicidad sigue siendo un estado mental que le imprimes a las acciones.
Sé feliz.
Se encontraba ahí la esposa del director general, y como era de esperar las miradas y comentarios recaían en ella constantemente; platicando de cosas triviales la esposa de uno de los ahí presentes le preguntó: ¿tu esposo te hace feliz?
El esposo alcanzó a escuchar la "indiscreta" pregunta y lo que escuchó de su esposa lo dejo sin palabras...
-¡No!, Mi esposo no me hace feliz.
El señor se desconcertó y se separo ligeramente del grupo de hombres para poder seguir el curso de la conversación.
-Pero, ¿cómo dices eso?, Cualquiera pensaría que con su posición y su trabajo, tú serías la mujer más feliz -dijo otra de las damas que estaban ahí.
- No dije que no fuera feliz, dije que no me hacía feliz.
-¿Que diferencia hay en eso? -preguntó la esposa de uno de ellos.
- La diferencia es que no necesito a mi esposo para ser feliz, yo soy responsable de mi felicidad. Soy feliz por mí, no gracias a él. No me malentiendan, el tenerlo en mi vida le añade felicidad a ésta. Somos individuos que buscan ser feliz en lo individual para poderlo ser con los demás.
-¿Estás diciendo que no lo necesitas? -pregunto la señora que había iniciado la conversación.
-Para ser feliz...¡no! Complementa mi felicidad al igual que mis hijos, mi trabajo, mis amistades y mis hobbies.
El esposo que había escuchado toda la plática se sintió aún más feliz que antes.
Cuantas veces dejamos que nuestra felicidad recaiga en las acciones de otros y cada vez que no cumplen con nuestras expectativas nos sentimos tristes o decepcionados.Si tan sólo entendiéramos que la felicidad es responsabilidad de cada quién, encontraríamos más razones para ser felices.
Necesitamos ser felices nosotros primero para después compartir esa felicidad con los demás. La vida es un viaje que se disfruta acompañado pero, que al final se hace sólo. Es maravilloso tener amigos, pareja, hijos, trabajo y actividades que nos produzcan gozo, más sin embargo la felicidad sigue siendo un estado mental que le imprimes a las acciones.
Sé feliz.